Nuestra historia: Tener 70 años y seguir sintiéndose como en los comienzos
Nuestra empresa tiene una historia detrás que merece ser contada.
Lorsque le Salon de la glace de Longarone a eu lieu pour la première fois en 1959, Bovo était l’une des 18 entreprises qui, courageusement, avaient pris la responsabilité de promouvoir la vraie glace italienne, suscitant un grand intérêt pour les machines spécialement conçues pour sa production et favorisant leur évolution technique.

En realidad, la historia de Bovo comenzó más de quince años antes, cuando el Sr. Bruno Pillon, ferroviario, junto con algunos colegas, tuvo la idea de fabricar herramientas y máquinas para helados recuperando piezas de hierro fundido y otros materiales abandonados por los Ferrocarriles del Estado. Fue así como, en un pequeño taller y con la única ayuda de una prensa manual, Bruno creó la primera porcionadora de tijera; una verdadera novedad apreciada de inmediato por aquellos emigrantes heladeros que, a su regreso de la temporada de verano en Austria y Alemania, se detenían en las pequeñas tiendas de Longarone para admirar el último arte heladero. Pronto la porcionadora dio paso a máquinas más complejas que necesitaban más espacio para ser montadas y así, en 1946, nació Bovo.
La artesanía y el deseo de innovar llevaron al Sr. Pillon a promover innovaciones de tal manera que su contribución fue decisiva para la evolución del sector; la historia de Bovo no se detiene con la inmortalizada en las fotos en tono sepia. Es una historia que se renueva con Claudio y Paolo, los hijos de Bruno, y con Matteo, su nieto, que fabrican sus máquinas de manera artesanal, añadiendo a la sabiduría de la tradición la tecnología de nuestros días. En 2014, Bovo se presenta con una nueva imagen, nuevas máquinas y nuevos servicios y se propone a sus clientes como una ventanilla única capaz de satisfacer todas las necesidades relacionadas con el desarrollo y la producción de equipos a medida para cada heladero y pastelero.

Una misión sencilla y unos valores muy arraigados
Nuestra misión se compone de unos pocos ingredientes saludables, como un buen helado. Queremos ofrecerle máquinas artesanales y, lo que es más importante, construidas en torno a su trabajo diario. La experiencia derivada de nuestra larga historia y la creatividad de los miembros más jóvenes de nuestro equipo nos permite pensar, diseñar y fabricar máquinas sólidas y fiables, creadas según las exigencias de cada heladero, y personalizadas en cuanto a funciones y gráficos. Nuestros valores son sencillos y alimentan nuestro «nacidos para hacer», esa es la pasión que nos lleva a poner, en todo lo que hacemos, no sólo la cara sino también las manos; para guiarnos están la calidad, la pasión y la artesanía.